El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) se presenta en un 10 y 15% de las mujeres en edad fértil a nivel mundial. Algo importante es que no aparece solo en las mujeres con obesidad, sino también en mujeres delgadas.
El aumento de peso y la obesidad, aunque no son un criterio de diagnóstico, son características relacionadas con este síndrome e incluso varias veces lo quieren hacer culpable. En realidad, se suman síntomas y efectos secundarios como la infertilidad, menstruaciones irregulares, acné, dolor pélvico, etc.
Seguramente has escuchado que la pérdida de peso se considera como la primera opción para su tratamiento en mujeres con esta condición, e incluso con exceso de peso. Sin embargo, para quienes son delgadas lo fundamental es mantener el peso. Necesitan trabajar en la calidad de la alimentación y en las constancias, agregando varios nutrientes, minerales y vitaminas de manera constante, ya que no requieren perder peso ni estar restringidas en su consumo de alimentos.
Por lo tanto, un paso crucial en el manejo de este síndrome es tener una completa evaluación nutricional y un análisis de la composición corporal. El tratamiento siempre debe individualizarse según las necesidades reales de cada individuo.
Si has sido diagnosticada con SOP, lo importante de manera general es reducir la inflamación, dolores, achaques y mantener estables tus niveles de azúcar en sangre (en caso de tener alguna alteración en el metabolismo del azúcar). Y para ello no debes recurrir a dietas extremas en las que el azúcar, el gluten o los lácteos están prohibidos.
Por el contrario, todos los alimentos cumplen un papel fundamental y ahí es cuando la alimentación intuitiva puede ser parte del tratamiento.
¿Por qué?
- Una mejor distribución de macronutrientes en tu ingesta diaria, que no tenga necesariamente como objetivo adelgazar, puede mejorar el estado inflamatorio constante.
- Tu cuerpo necesita nutrientes para producir hormonas y si reduces calorías porque debido al SOP has experimentado un aumento de peso, tu metabolismo se verá afectado.
- Si quitas los carbohidratos (pastas o pan, frutas, verduras, tubérculos), tu cuerpo tendrá más antojos de azúcar. La solución no es quitarlos, sino aprender a consumirlos de forma adecuada para que la glucosa se absorba de forma más constante. Así, se puede manejar mejor la resistencia a la insulina, que puede ser un reto en pacientes con SOP.
- Con la alimentación intuitiva también puedes aprender a gestionar ese estrés físico o emocional mediante ejercicios tan sencillos como la desconexión y una mejor relación con tus alimentos. Esto es sumamanete importante en las mujeres con SOP, quienes ya tienen un estrés añadido de los síntomas como la infertilidad, el vello facial, aumento de peso o la fatiga.
- Dormir bien es otro aspecto importante, al igual que la alimentación. Si duermes poco o menos de lo que necesitas, podrías liberar hormonas de estrés que producirán mayor inflamación.
- Realizar movimiento, quiere decir que la actividad física que disfrutes puede ayudarte a mejorar la inflamación cuando es realizada desde el interior. Se recomiendan variaciones de intensidad y tiempo de ejercicio en el que incluya también entrenamientos de fuerza durante al menos 2 días consecutivos durante un mínimo de 150 minutos por semana de intensidad moderada o 75 minutos por semana de mayor intensidad física.
Recuerda que lo importante es una evaluación médica y nutricional para que el tratamiento sea individualizado según las necesidades reales de cada mujer.