Estos últimos meses he reflexionado sobre el significado y propósito de la bondad corporal. A veces he pensando que le debemos respeto a nuestro cuerpo, pero ese respeto no está solo en hacer ejercicio o no juzgarlo, sino también en agradecerle porque respira, se mueve y hace tantas otras maravillas.
En ese momento, me reencontré con un documental que tenía guardado llamado Embrace. Definitivamente, las cosas aparecen cuando las necesitamos, así que lo vi y realmente me inspiró su objetivo: cambiar la forma en que la gente piensa sobre los cuerpos de las mujeres.
A más de 100 mujeres les piden que describan sus cuerpos y la palabra más repetida es: “repugnante”. Este documental destaca las estadísticas que sugieren que estamos en medio de una epidemia de autodesprecio hacia nosotras mismas: el 91% de las mujeres odian su cuerpo, el 70% de las niñas están insatisfechas, y el 50% de los niños de 5 a 12 años quieren perder peso.
El documental Embrace es una lección de body positive para todos, es inspirador y realmente pienso que podría cambiar la forma en que la gente piensa acerca de su propio cuerpo. Una de las cosas que más me llamó la atención son los testimonios de mujeres (no gordas), sino con otro tipo de cuerpo, con muchas historias de guerreras por diversas razones, y me devuelve siempre al mismo lugar: que NO todo tiene que ver con el peso, sino con un estigma que tenemos hacia los estándares de belleza. Embrace identifica la imagen corporal como un tema enormemente feminista no solo desde la perspectiva del peso, sino también desde la discapacidad, la identidad de género, el origen étnico y la edad. Es increíblemente refrescante ver una película en esta categoría que no se ha restringido a los límites estrechos de «gordo o delgado».
En 2013, la activista Taryn Brumfitt, protagonista del filme y madre de tres hijos, publica fotos de sí misma antes y después en Facebook. La toma del ‘antes’ la mostraba musculosa y bronceada, vistiendo un bikini dorado de fisicoculturista y tacones altos. La toma del ‘después’ la reveló riendo y desnuda (posó con buen gusto); su cuerpo lucía suave y natural y mostrando los signos evidentes de la maternidad. El mensaje era simple: este cuerpo ‘más gordo’ está bien. Esta imagen estremeció al mundo y me hizo reflexionar hacia lo poderoso que es el cuerpo de la mujer y cómo cambia también porque nosotros cambiamos y a su vez todo nuestro ambiente.
Esta imagen en el 2013 fue vista por más de 100 millones de personas en todo el mundo, provocó un frenesí mediático internacional, dado que aparentemente, una mujer promedio que le gustaba su cuerpo promedio era una gran noticia. Por supuesto estaban los haters con sus comentarios: “Ser madre no es excusa para dejarse llevar y no quererte”, pero sobre todo estaban los mensajes en busca de consejos y ayuda por parte de otras mujeres que se reconocieron con su historia. La pregunta más común que recibía era: ¿Cómo has aprendido a amar tu cuerpo?
Brumfitt comparte su propia historia muy personal de querer someterse a una cirugía plástica, pero decidió brindarle un mejor ejemplo a su pequeña hija. Hay una escena desgarradora en la que un cirujano plástico de Beverly Hills amasa y levanta el estómago, los senos y las nalgas y le dice cómo la cortaría y pegaría para hacerla «más pequeña» y «más esbelta».
Embrace se sumerge en cómo la imagen corporal de las mujeres afecta a sus parejas, sus matrimonios, su vida familiar y su sexualidad directamente a partir de las experiencias de hombres y mujeres en diferentes circunstancias alrededor de todo el mundo.
Después de comenzar con la historia personal, Embrace se expande para incluir perspectivas y debates más amplios, desde la labioplastia hasta la anorexia con muchas paradas intermedias. Viajando por el mundo entrevista a Mia Freedman, a la modelo de talla grande Stefania Ferraro, a la presentadora de televisión británica Amanda De Cadanet, al presentador de televisión Ricki Lake y a la víctima de quemaduras, Tulia Pitt.
Hay una secuencia en la que Taryn Brumfitt pasa el rato con la actriz alemana Nora Tschirner, quien muestra cómo sería realmente disfrutar vivir en tu propia piel. “Mi cuerpo es mi hogar. Es el compañero de mi alma”. Ese mensaje me llegó al corazón.
Quizás muchos nos levantamos en la mañana y evitamos el espejo, mientras otros nos buscamos y destacamos siempre las imperfecciones. Nuestro cuerpo hace tanto por nosotros como respirar, moverse, leer, engendrar, aún así menospreciamos lo que ya tenemos y esperamos ese cuerpo o esa señal de felicidad, de validación para empezar a vivir nuestra vida.
En un mundo inundado por imágenes de mujeres alteradas, poco realistas y sexualizadas, el cuerpo femenino normal sigue siendo controvertido. Ha sido refrescante para mí no solo ver el documental pero en mi research encontrarme con una comunidad que ha creado Brumfitt incluso un artículo científico que tenía como objetivo examinar las respuestas cualitativas de mujeres adultas que habían visto Embrace. Además del potencial del documental para ser utilizado como una intervención para mejorar la imagen corporal de los adultos, se realiza un estudio observacional para examinar si las diferencias en las medidas de la imagen corporal eran evidentes entre las mujeres que habían visto la película, frente a las que no.
Las participantes fueron 1,429 mujeres de 18 a 77 años que eran miembros del grupo de Facebook ‘Body Image Movement’ facilitado por Taryn Brumfitt. Ellas completaron un cuestionario transversal en línea sobre si habían visto la película, sus percepciones del impacto de la película en sus vidas e imagen corporal, y una variedad de escalas estandarizadas que miden el bienestar psicológico.
El 73,7% de las participantes habían visto el documental y el análisis de datos reveló que una gran proporción (44,1 %) sentía que tenía niveles más altos de apreciación y confianza corporal; muchos informaron que hacían menos dietas (19,6 %) y algunos informaron una disminución de los trastornos alimentarios (2,8 %) desde que vieron Embrace. El estudio concluye que las mujeres adultas reportan numerosas respuestas positivas a la visualización de la película. La investigación experimental futura debería explorar la eficacia de Embrace como una intervención breve y atractiva para mejorar la imagen corporal en mujeres adultas.
Es un documental que recomiendo verlo como mujer, hombre, profesional o estudiante, y quiero dejarlos con la última pregunta que finaliza el documental: I have embraced, will you? Creo que vale la pena considerar darle a nuestro cuerpo los halagos del caso y dejar de reprocharle por todo lo que es y cómo ha cambiado a lo largo de nuestra vida. Nuestro cuerpo es nuestro hogar.
Gaby